top of page

Cobrá en dólares y gastá en pesos

Actualizado: 21 oct 2020



Adiós a las ideas antiguas


El reciente super-cepo que impuso el gobierno argentino fue un golpe mortal para el ahorrista que ya casi no tiene forma de conseguir dólares -una de las pocas formas de protegerse de las devaluaciones- por los canales tradicionales. Para quien quiere invertir, la situación es todavía más desoladora: la construcción y el mercado inmobiliario en general -destino clásico de las inversiones locales- están paralizados. La bolsa de valores es prácticamente inexistente en cuanto a tamaño y diversidad de opciones, y lo poco que hay, más vale dejarlo pasar. Claramente, Argentina no ofrece un futuro próspero para quienes quieren ahorrar o invertir, trabajando denodadamente en espantarlos, y lo está logrando. No por nada por estos días los medios argentinos publican cada vez más notas sobre el récords de retiros de los bancos, sobre cómo abandonar la residencia fiscal en Argentina, y hasta las empresas que se van del país son noticias en el mundo. Desde el año 2001, Argentina sufrió una de las crisis más importantes de su historia, y más de uno pensó en buscar un futuro mejor en otro país; el problema es que, con el patrimonio entero de una persona atado físicamente a un lugar, migrar se vuelve una tarea imposible. Cuando hacemos carne una idea, se nos hace muy difícil autocuestionarla y a veces nos aferramos a ella porque forman parte de nuestra identidad aún cuando ya carezcan de sentido. Pero las nuevas generaciones ya vinieron a este mundo con una mentalidad más fresca y comprendieron que las casas no tienen por qué determinar nuestro futuro. Una casa tiene un rol específico -a veces material- y no debería limitar nuestra capacidad para desarrollarnos personal y profesionalmente en cualquier lugar que deseemos.

En ciertos períodos, es económicamente más conveniente invertir nuestro capital en alternativas que den mejores rendimientos a largo plazo y alquilar una casa -o departamento-, que tener inmovilizado nuestro capital en ella, más allá de que alguien pueda encontrar un mejor futuro lejos de su lugar de origen, hay algo incluso mucho más valioso que está sacrificando: la relación con sus familia.  Por suerte, hoy la tecnología permite que alguien pueda elegir donde vivir y dónde generar ingresos, y en particular, esta situación es favorable para quienes residen en Argentina. Hoy, las nuevas generaciones están emulando a aquellos inmigrantes que aprovechando la posibilidad de hacer inversiones en dólares en EE.UU. para cobrar en dólares y gastar en pesos. De esta forma, una devaluación del peso no solo no las perjudica, sino además, te favorece.  


Por ejemplo si, en los últimos 10 años y algo, el mercado estadounidense creció un 400% (asumiendo reinversión de dividendos). Una persona que invirtió USD 25.000 hace una década en el S&P 500, tendría hoy unos USD 125.000. A este ritmo, esta persona tendría hoy ingresos pasivos por USD 1.500 por mes que equivalen hoy a AR$ 225.000 (pesos argentinos) mensuales, tomando cada dólar a $150.


Pero además, esta persona no estuvo expuesta a las crisis económicas, a los vaivenes políticos, al super-cepo, no tiene que preocuparse por ningún corralito, y ni siquiera tuvo que salir de su casa durante la cuarentena por el coronavirus. Mientras tanto, cada vez que aumenta el dólar, se le reducen sus costos.   


A raíz del reciente super-cepo, tuve la oportunidad de conversar con varias personas motivadas por llevar adelante esta combinación -cobrar en dólares, gastar en pesos - y tarde o temprano aparecía la siguiente consulta: 

  • “¿Cómo se hace cuando quiera deshacer las inversiones y volver a tener el dinero conmigo?”. 

A lo que yo contesto:

  • “Hay distintas alternativas, pero… ¿Para qué quisieras volver a tener el dinero contigo? ¿Qué otro lugar mejor que ese para tenerlo? Moneda dura, instituciones estables, políticas favorables, más de 8.000 empresas para invertir, etc.”


Todavía muchas personas tienen la necesidad de ver, tocar o al menos sentir cerca el dinero para creerlo real. Esto es similar a lo que ocurre al poseer una casa. Sin embargo, esta “necesidad” limita a las personas a invertir más allá de sus narices, y llegar a lugares que les son realmente más favorables. 


Las nuevas generaciones les resulta tan fácil incorporar nuevas ideas: no necesitan realizar el complicado trabajo de deshacerse de una idea previa.    


Por tanto, los más jóvenes y aquellos que no son tanto pero pueden actualizar sus ideas respecto al dinero físico o en forma de ladrillos, podrán decidir en qué lugar del mundo quieren vivir y pagar sus gastos, y en qué lugar del mundo quieren invertir y obtener ingresos. Esta crisis es percibida desde, el punto de vista de la oportunidad, es una particular manera de concentrarse en convertirse en la mejor versión de uno mismo, sin migrar ni dejar de lado nuestros afectos.


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

2 comentários


Julio Daniel Goldestein
Julio Daniel Goldestein
26 de set. de 2020

Si, pero son para inversores más sofisticados, primero hay que dar el primer paso.

Curtir

Jonatan Gransujer
Jonatan Gransujer
26 de set. de 2020

Creo que también invertir en stable coins (dai, usdt) con ingresos pasivos puede ser buena alternativa, asumiendo ciertos riesgos.

Curtir
Publicar: Blog2_Post

+1 (786) 600-1804

©2020 por e-economica.com. Creada con Wix.com

bottom of page